Entradas

RÍO GALLEGOS 1997: A PROPÓSITO DE UN CASO - Héctor Putruele

          La paciente me llegó cuando un colega, dueño de la clínica donde recientemente había empezado en trabajar en esta ciudad, me la derivó; un poco por la especialidad que entonces ejercía; otro para facturar, y en tercer lugar para – creo yo - probarme cómo cirujano. Aunque en verdad, no tenía autoridad académica sobre mí; y cómo profesional, solamente la que le otorgaba la experiencia de su mayor edad. Igualmente, la conducta del colega se ajustaba bastante a los usos y costumbres del medio. De unos cincuenta y tantos años, un metro ochenta y complexión robusta, el tano tenía fama de ser inquieto y muy temperamental, sanguíneo diría. Por esto le decían el zapatilla loca. Además, al poco tiempo descubrí que le gustaba mucho la guita y que, en los negocios, a pesar de lo que siempre pregonaba sobre que ambos teníamos que ganar, en nuestra relación siempre ganaba él, amparado por su posición de poder. Los que veníamos desde lejos buscando mejores condiciones donde desarrollar nue
Entradas recientes